Whole Kitchen en su propuesta salada para el mes de junio nos invita a preparar un clásico de la cocina marroquí, Pastela Moruna. Es un pastel hecho con pasta filo y relleno con carne de pollo, pichón o paloma, a la que se añade cebolla, huevo, especias y frutos secos, para terminarla se espolvorea azúcar glas y canela, lo que le da una mezcla dulce salado que a mí personalmente me encanta.
No he encontrado pasta filo, así que he utilizado pasta brick, no sé exactamente qué diferencia hay entre la una y la otra, creo que se pueden utilizar indistintamente.
He preparado la receta propuesta por Whole Kitchen, con alguna variación como añadir dátiles o un poco de vino dulce.
Ingredientes:
10 hojas redondas de pasta brick.
½ pollo troceado.
250 ml de agua.
2 cucharadas de aceite de oliva.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
30 g de piñones.
100 g de dátiles.
100 ml de vino dulce.
1 cucharadita de comino molido.
1 cucharadita de jengibre molido.
1 cucharadita de semillas de cilantro molidas.
1 cucharadita de nuez moscada.
1 cucharadita de pimentón dulce.
2 cucharaditas de canela molida.
1 pizca de sal y de pimienta blanca.
25 g de mantequilla.
Preparación:
Cocer en olla rápida el pollo con el agua y el caldo de verdura, 3 minutos con 2 anillos más tiempo de reposo. Dejar reducir el caldo con la olla destapada y mientras desmenuzar el pollo.
En una sartén dorar los piñones y reservarlos.
Pelar y picar la cebolla y los ajos, rehogar unos minutos en una sartén con el aceite.
Añadir el pollo y el vino, y cuando el vino se haya reducido añadir un poco de caldo, los piñones, los dátiles, los huevos y las especias.
Mezclar bien todos los ingredientes y cocer unos 5 minutos.
El relleno ya está listo, para formar la pastela derretir la mantequilla en el microondas, pintar un molde redondo con ella, poner 6 láminas de pasta brick en la base del molde, en forma de abanico (la mitad de cada lámina debe quedar fuera del molde), unir cada lámina con un poco de mantequilla. Poner 2 láminas más bien centradas y poner el relleno. Ir cerrando la pastela con cada una de las láminas de la base y cerrarla con las 2 últimas láminas, remetiéndolas bien por abajo.
Pincelar la superficie con mantequilla.
Hornear con calor arriba y abajo a 220ºC durante 12-15 minutos.
Enfriar sobre una rejilla y espolvorear con azúcar glass y canela molida.
Servir templada. Este es el resultado:
Si sobra relleno pueden hacerse uno rollitos, cortar las láminas en cuatro trozos, poner un poco de relleno en cada trozo y enrollar dolando los extremos hacia abajo.